Huecograbado
El huecograbado es una de las técnicas de bajo relieve. La forma impresora es de relieve lo que significa que las áreas impresas están por debajo de las áreas que no se imprimen.
El precursor del huecograbado, la llamada calcografía, se remonta al siglo XV. En ese entonces, el dibujo se grababa manualmente en una placa de cobre, pero el principio del resto del proceso era prácticamente igual. El propio huecograbado fue inventado por el checo Karel Klíč en 1890. Lo dedujo de un otro invento suyo, llamado heliograbado. Heliograbado se basa también en la calcografía. Sin embargo, el grabado manual es reemplazado por un proceso fotoquímico. En primer paso se copia un negativo fotográfico con un motivo a una placa de cobre. Esta está revestida por una capa de asfalto y gelatina de la que sólo salen las áreas de impresión que son posteriormente grabadas con un ácido. De esta forma aparecen lugares de impresión de diferente profundidad. El resto es completamente idéntico al proceso de la impresión de huecograbado.
El principio básico del huecograbado es en realidad muy simple. Los lugares de impresión que están por debajo de las áreas que no se imprimen se llenan con una tinta al agua de secado rápido. Al seguir la impresión la tinta es absorbida por el material de impresión que, en caso de huecograbado, suele ser el papel. La fijación de la tinta en el material de impresión se realiza por evaporación de disolventes volátiles.
La base de las máquinas de huecograbado suele ser formada por dos cilindros. El cilindro de forma (rodillo de plancha) y cilindro de presión. El rodillo que lleva la plancha se sumerge por un lado en una cubeta con tinta y así ésta se queda pegada al rodillo. El excedente de tinta es barrido de la superficie del rodillo mediante un fleje (racla). De esta manera se asegura que la tinta permanezca solo en las áreas de impresión que están por debajo de la superficie del cilindro. El proceso de la impresión sigue con el cilindro de presión que presiona la plancha sobre el material de impresión dejando una huella de tinta. Las máquinas de huecograbado son casi exclusivamente de rotación, de modo que entre el cilindro de plancha y el cilindro de presión pasa una hoja "infinita" de papel y la impresión es muy rápida.
Hoy en día la plancha/forma de impresión está incorporada al cilindro (cilindro de forma) y, por lo tanto, se graba directamente en él. Debido a esto, siempre hay que reemplazar todo el cilindro de plancha. Sólo queda un núcleo de acero, pero el proceso posterior debe repetirse cada vez. Por lo tanto, el huecograbado es un negocio muy costoso y vale la pena utilizar esta técnica de impresión sólo en tiradas mayores.
El cilindro de plancha se produce de un núcleo de acero sobre el que se aplican posteriormente otros elementos mediante galvanizado. Primero, se aplica una capa delgada de níquel que protege al núcleo contra la corrosión y al mismo tiempo fija otra capa de cobre que se añade. Cuando estas tres capas están completas se puede realizar la imagen de impresión (estampado). Se efectúa mediante grabado químico, electromecánico (con una aguja de diamante) o grabado por láser. Cuando la imagen está preparada se le aplica una capa delgada de cromo al cilindro para elevar la resistencia de la superficie del cilindro contra abrasión. Al final se pulimenta y luego el cilindro sigue directamente a la máquina de impresión.
El huecograbado proporciona la mejor calidad de reproducción de los padrones matizados. Tiene esta característica gracias a la trama de impresión. Antes de la aplicación al rodillo de forma, cada patrón de impresión es tramado y sólo luego la forma/la plancha se graba en el rodillo.
Conocemos el huecograbado convencional, autotípico y semiautotípico. La diferencia consiste en los diferentes tipos de celdillas del tramado grabadas en rodillo de forma que nos permite matizar. El huecograbado convencional tiene las celdillas del mismo tamaño, pero de diferente profundidad. Las luces tienen la profundidad más pequeña, las sombras, al contrario, la más grande. En el huecograbado autotípico las celdillas son de diferente superficie. Las luces tienen una superficie más pequeña, las sombras una más grande. Luego, las celdillas del huecograbado semiautotípico difieren tanto en superficie como en profundidad. Es una combinación de las dos variantes anteriores y también es la variante más utilizada en la actualidad.
Como ya ha sido mencionado, el huecograbado es una técnica de impresión con preparación de coste muy elevado y, por lo tanto, su aplicación sólo merece la pena en casos de mayores tiradas. Sin embargo, también permite la impresión de muy alta calidad en un papel de calidad muy baja y, por eso en algunos casos, reemplaza el offset más frecuente. Así que con esta técnica se realizan, en mayoría de las veces, las tiradas grandes en materiales de soporte de baja calidad, como catálogos, folletos, revistas y algunos envases.